Si hay alguna certeza en estos tiempos de incertidumbre es que, al acabar las casi doce horas que paso en la Agencia diariamente, tengo un refugio que me espera, una madriguera en la que meterme, un laboratorio en el que poder seguir divagando sobre conceptos, nuevos aires en la comunicación, campañas que ganan otros y oportunidades que se escapan en el último tren de la mañana.
El otro día, cuando marchaba a casa les vi. Allí estaban, vestidos de rosa, pero decimos magenta porque queda mejor; rosa, en resumidas cuentas. “Únete a la mareamagenta”. Todo esto me hizo reflexionar, vaya slogan, o claim, o lema, o como quieran llamarlo. ¿Qué encierra esa frase? ¿Qué significa?El otro día, en la manifestación de Jóvenes Sin Futuro vi alguno, más allá del ya clásico “no nos mires, únete”. Algunos muy buenos como: “Juventud, ¿divino tesoro?” o “En Francia y Grecia lucha. En España también, en fútbol”. Muy logrados ellos, sí señor.
Una compañera el otro día dijo que para ser copy hay que tener ideas brillantes. Yo creo que no. Creo que no hay nada tan subjetivo y tan maravilloso como eso. Sueño que nos reunimos todas y hacemos una lluvia de ideas, en una pizarra con un rotulador que tenemos que cambiar cada dos por tres porque no acaba de pintar bien. Lejos de hacer eso, escribo valores en arial 12 y diseño frases a doble lectura que los encierren todos. No sé si se hace así, pero así es como lo hago.
El caso es que, considero, que cualquier persona con un cierto grado de sensibilidad y conocimiento del producto y la marca podría idear un claim. No hace falta ser publicista, a mi juicio. Es cierto que la experiencia agudiza los sentidos y hace que nos adelantemos, pero ya. Creo que la creatividad va con la persona y no con el título.
